julio 18, 2017

5 semanas después, glumeronefritis

Decidí escribirte porque quiero estar segura de transmitir todo sin que me traicionen las lágrimas (normal en mí)

Decidí escribirte porque me importas. Porque el amor que siento por ti viene con un cargamento de atención y preocupación sobre ti, sobre tu futuro.

Decidí escribirme porque soy una condenada egoísta, que te quiere a mi lado el resto de mi vida. Te quiero bien, te quiero saludable.

Hay cosas que sabes que hago y hay otras que hago pero que no sabes. Y ojo, no es mi intención “sacarte en cara” lo que hago.

Algo que no sabes:
Quizá no todos los días, pero al menos 3 veces por semana busco en internet información sobre enfermedades de los riñones, implicaciones / complicaciones, dietas pre, durante diálisis y luego de trasplantes, recetas (busco variedad, alternativas de condimentos), testimonios de enfermos y de familiares, red de apoyo, información general, información varia, toda la información que pueda.
Ahora menos, pero hasta hace unas semanas buscaba a diario opciones de desayuno, de cenas… quizá no se refleje en acciones por mi limitada experiencia culinaria y por la también limitada opciones de carnes que hasta ahora hemos tenido.
He tratado (espero haber logrado en algo) que el cambio de alimentación no haya sido muy impactante en cuanto al sabor…

Esto es nuevo para mí, hasta ahora en mi entorno, familia paterna, solo “nos cuidábamos de la sal” pero sin mayores implicaciones o mayores cambios de hábitos.

Esto es nuevo para mí, llevamos 5 semanas y por un lado siento que vamos bien. Pero, por otro lado, siento también que lo que hacemos con la mano, lo borramos con el codo…

Siento a veces que yo soy una policía de la comida, policía de tu salud…

No alcanzo a imaginarme lo que sentirás o pensarás tú respecto al cambio de hábitos alimenticios, supongo ha de ser frustrante un poco… y yo quiero apoyarte y lo hago (espero sientas que lo hago, porque realmente esa es mi intención)

A veces cuando me dices “ya empezaste” o “solo es un poquito” quisiera hacer de la vista gorda y callar mi conciencia diciendo “no importa”, “esta vez no importa”.

No quisiera que me mires un poco mal como a veces lo haces… como si yo te molestara…

Seré honesta y te diré que tengo un poco de coraje también. ¿Por qué dejaste pasar tanto tiempo? ¿Por qué dejaste de tomar las medicinas (3 veces)? ¿Por qué no comunicaste a tiempo la dieta especial que necesitabas? ¿Era vergüenza o esas “no ganas de molestar a otro” a Celia, a mi…? ¿Era negación? ¿Irresponsabilidad para contigo y tu salud? ¿O una combinación de las anteriores quizá?...

El médico fue muy tajante cuando dijo lo que se podía y no se podía hacer en cuanto a las comidas y a tu actividad laboral… no podría hablar por el trabajo, pero hasta ahora en las comidas no se ha cumplido:
            Salimos a comer por la reunión con tu equipo de trabajo. (moro con carne)
Hemos ido dos veces al cine (embutido con salsa de tomate, mayonesa y mostaza con té – azúcar)      
Comida en casa de mi abuelita (arroz con pollo)
Cervezas y piqueo salidas con mis amigas en rock and rolla
Cervezas y tequilas con mis amigos en mi casa.

Llevamos 5 semanas y son 6 veces las que no se ha cumplido las indicaciones del médico.

Es por esto que digo que lo que hacemos con la mano lo borramos con el codo. El médico dijo una vez cada 2 o 3 meses y con lo de arriba ya tenemos para un año…

Me siento culpable. Sí. También me frustro un poco, porque digo entonces de qué sirve el pensar en las comidas, el buscar (quizá sin éxito muchas veces) recetas que no te sepan insípidas…

El cine lo hubiéramos podido manejar como hicimos con el estadio que llevamos sándwiches y agua. Pero no lo hicimos. Y repetimos el error…

Me siento culpable. Sí. Porque de las 6 veces que rompimos las reglas, 3 han sido por motivos míos, con amigos o familia. Pero sé que no todo es responsabilidad mía (exceptuando quizá lo de mi abuelita que salías del trabajo) y es que las otras dos veces podrías haber decidido comer algo suave o no tomar tequila. O tomar tequila sin sal. Quiero que estés conmigo en esos momentos y me encanta que quieras acompañarme y estar con mis amigos; pero no quiero comprometer tu salud por un momento de diversión. Tenemos que tomar medidas respecto a las salidas. O no sale ninguno de los dos, o salgo yo. O salimos los dos, pero respetamos las reglas, yo te acompaño y ninguno de los dos come o bebe más que agua.

Quizá, como es una enfermedad silenciosa y no tienes síntomas que limiten tus capacidades, quizá por eso, nos damos el lujo de incumplir las reglas… pero pienso que esto es como que tuvieras cáncer de pulmón y sigues fumando… es una irresponsabilidad.

M, me importas… me importas muchísimo.

Y mi naturaleza es esta, preocuparme por la gente que quiero. Y sé que tú pones de tu parte. Porque cuando me dices que no has comido nada fuera de casa, te creo ciegamente, te creo sin dudar… pero me siento mal por ser yo la que te acompaña, la que causa, el romper las reglas…

¿Soy egoísta por quererte para mí por muchos años?  Para mí y para la familia que si Dios quiere formaremos juntos…

No quiero ser tu policía, quiero ser tu apoyo en esto y en lo que se nos presente. Así como espero que tú seas mi apoyo en lo que venga… ¡canas incluidas!

Por favor, corrijamos lo que sea necesario. Mejoremos lo que estamos haciendo bien. Cuentas conmigo y me comprometo a ello, pero necesito saber, en serio necesito saber que también te comprometes… y si un día yo no puedo prepararte la comida, lo harás tú (yo te enseño si no sabes) por favor…

Pd: texto sacado de una de las pags webs que ahora tengo en mi lista de favoritos:
“Por ello uno de los pilares básicos del tratamiento de la enfermedad renal es la alimentación. Una nutrición adecuada mejora mucho el pronóstico y retarda la evolución de la insuficiencia renal. Es muy importante cuidar la alimentación en todos los estadios de la enfermedad, aunque la dieta varía en función del estadio de la enfermedad en que el paciente se encuentre y del tratamiento sustitutivo elegido”

Pd 2: te amo!

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